En Andalgalá y en
Tinogasta ya comenzó la escasez y la especulación del gas
Pocas horas después del anuncio de la presidenta sobre la implementación del Plan Hogar para subsidiar el consumo de gas envasado, en Andalgalá y en Tinogasta comenzaron los problemas para abastecerse.
Durante el fin de semana en Andalgalá fue prácticamente imposible adquirir una carga de gas, ya que un solo comercio tenía en stock garrafas, pero tenían incertidumbre respecto de cuándo llegaría el próximo camión con garrafas. El deambular de la gente en la moto abrazada a una garrafa volvió a ser parte de la ciudad, como en las peores épocas de escasez.
En Tinogasta, ayer ya no se conseguía ninguna garrafa. A la ciudad llegaban unas 300 unidades a precio subsidiado, pero nunca alcanzaron para abastecer la demanda, ni tampoco tuvo un reparto justo, porque no siempre la adquirían los sectores más necesitados. En dos distribuidoras grandes del departamento se esperaban comunicaciones telefónicas que les indicarían si desde las distribuidoras mayoristas o las plantas de envasado ya tenían un precio fijado y si se habían liberado las ventas.
Otros distribuidores de gas que poseían algo de stock comercializaron las últimas garrafas en 110 pesos, especulando que cuando deban reponer con una nueva compra el precio de cada garrafa de 10 kilos costaría unos 95 a 98 pesos.
4.500
Toneladas de gas butano a precio subsidiado recibía el año pasado la provincia de Catamarca. Sin el beneficio, los usuarios tendrán que pagar el 500% más por una garrafa.
700
Garrafas de 10 kilogramos vende solo una distribuidora local en menos de 7 días. Los encargados aseguran que la demanda no cayó ni se resintió por la modificación del precio.
